El Ing. Agr. Marcelo Metzler, consultor y experto en protección vegetal expuso sobre el resultado de ensayos realizados en Entre Ríos de mezclas para el control de chloris y conyza.
Las aplicaciones con menores volúmenes fueron más eficaces, independientemente de los activos coadyuvantes empleados. “Con una correcta cobertura, la utilización de bajo volumen resulta más eficaz, por una mayor concentración de principio activo por gota”.
Esta fue una de las conclusiones a las que arribó en la Jornada Adyvantes para Herbicidas 2021 el Ing. Agr. Marcelo Metzler, ex INTA Paraná y consultor privado. Se refirió a un trabajo en el que se evaluó la interacción de la mezcla glifosato+saflufenacil con diferentes coadyuvantes y volúmenes de aplicación.
La experimentación tuvo lugar en 2015, en las localidades entrerrianas de Crespo y Paraná, en este caso en la estación experimental del INTA.
Explicó que el herbicida saflufenacil es un inhibidor de PPO, de acción de desecante a la dosis de 35 gramos. Se tiene que aplicar con muy buena cobertura porque al ser herbicidas que no tienen movilidad dentro de la planta, es necesario “bañar a toda la planta” para lograr un correcto control y eficacia.
“Para lograr cobertura tienen que ser volúmenes óptimos, que redundan en 60-80 l/ha, y lo que buscamos probar en el trabajo, aparte de diferentes formulaciones, también diferentes volúmenes, tan bajos como 28 litros y tan altos como 75 litros por hectárea”, aclaró.
Tratamientos y volúmenes
En Crespo se evaluaron seis tratamientos en conyza como maleza target, en dos volúmenes (28 y 75 l/ha). La formulación mezcla de glifosato con saflufenacil; el glifosato una formulación Premium de 506 gramos equivalente ácido por hectárea, a los cuales se mezcló con 1.000 ml de Liderol, un aceite vegetal metilado, Natural Oleo (también un litro -1.000 ml/ha), en este caso un aceite desgomado (vegetal convencional), mientras que el aceite metilado fue un aceite vegetal sometido a un proceso de esterificación que, aparte de cumplir con el objetivo de todos los aceites agrícolas, que es disminuir el riesgo de volatilización, también le otorga un efecto penetrante.
Y por otro lado se utilizó la mezcla comercial Extremo (70% metilado con 30% de órgano silicona) y los mismos activos coadyuvantes, pero al volumen de 75 litros. Todo para controlar una conyza pasada de tamaño, en torno de 20-25 cm.
En el ensayo de la Experimental Paraná se trataron dos malezas target, conyza spp y chloris spp, una gramínea. Se hicieron 12 tratamientos, con dos dosis de metilado, productos siliconados, diferentes formulaciones de aceite metilado, aceite mineral, aceite vegetal desgomado y una mezcla comercial de metilado con una organosilicona diferente. Los volúmenes de aplicación fueron 60 y 100 l/ha.
“En los resultados, vemos que en Crespo, cuando evaluamos los impactos en las tarjetas, a 28 litros dieron una cobertura de 42 gotas por cm2 versus 36 gotas a 75 litros. En ambos casos estamos por debajo de lo recomendado, que es el piso de 50 gotas por cm2.
El factor de dispersión (define la homogeneidad de las gotas con las que se está aplicando, cuanto más cercano a uno más uniformes son); en este caso para 28 litros fue de 1,86, mientras que para 75 litros fue de 2,3.
En Paraná, con 60 y 100 l/ha de volumen, el factor de dispersión para 60 litros “fue realmente muy bueno” (1,23), mientras que para 100 litros fue 2,28. “Las coberturas también muy por encima de lo requerido, 89 gotas por cm2 versus 195 gotas, realmente muy buena cobertura. Eso en cuanto a lo que estrictamente la calidad de la aplicación”.
En cuanto a eficacia de control (conyza en Crespo), la mezcla de glifosato con sulfenacil, más la mezcla comercial Extremo, con 28 litros “se alcanzó una eficacia de control en torno de 90%. Igual resultado obtuvimos con la formulación de aceite vegetal metilado, pero con un volumen de 75 l/ha”, detalló Metzler.
La diferencia entre los dos tratamientos estuvo en que a los siete dias después de la aplicación fue más eficaz el aceite vegetal metilado versus la mezcla de metilado con organosiliconas. Las restantes evaluaciones, tanto 15, 21 y 40 no se diferenciaron, teniendo muy buenos resultados de eficacia y de control.
Conclusiones
–Las aplicaciones con los menores volúmenes (28 y 60 lts ha) fueron más eficaces, independientemente de los activos coadyuvantes empleados. Con una correcta cobertura, la utilización de bajo volumen resulta más eficaz, por una mayor concentración de principio activo por gota.
–El aceite vegetal metilado fue superior al aceite vegetal, independientemente de los volúmenes de aplicación utilizados.
–Los tratamientos con GW 2145, Extremo y MSO fueron los que mejor eficacia de control tuvieron, independientemente de los volúmenes aplicados. Además, la dosis de 500 ml/ha de GW 2145 fue la de mejor interacción con la mezcla herbicida evaluada.
–Todos aquellos tratamientos que contenían MSO, ya sea solo o en mezclas con coadyuvantes organosiliconados, presentaron espuma al minuto de terminada la agitación. DASH no presentó esta característica. La espuma es un aspecto a tener en cuenta, ya que de persistir, puede inducir a la aparición de fallas de pulverización (“chanchos”).